La carta astral es una instantánea de cómo estaba el sistema solar en el momento de nuestro nacimiento. Está organizado como un mandala, un círculo con una cruz que se divide en 4 cuadrantes y a su vez se divide en 12 casas que representan diferentes aspectos de la vida. ¿Quieres comprender qué significan?
Los datos que necesitamos para calcularla son la fecha, el horario y lugar de nacimiento. Hay personas que se dedican a realizar estudios astrológicos, brindando un abordaje e interpretación de la carta.
Puede ser una interesante forma de autoconocimiento, un portal hacia el desenvolvimiento como individuos ,la posibilidad de concientizar los potenciales energéticos, un mapa de orientación para recorrer nuestra propia vida.
La información que conocemos de los signos solares es simplemente un factor de una compleja trama que nos brinda una carta astral. Por eso es muy reduccionista pensar que la astrología divide a la humanidad en 12 signos solares. Las combinaciones son múltiples y las formas de integrar esas energías es absolutamente singular.
Cuando vemos nuestra carta astral nos damos una idea de que recursos tenemos y de cuales carecemos, si hay energías en contraposición , estos aspectos se desarrollarán o no en relación a nuestro medioambiente, la familia en que nacemos, el momento histórico, cuestiones culturales ,etc.
Si dos bebés nacen en el mismo momento y mismo lugar tendrán una misma carta astral sin embargo cada uno tendrá diferentes características en medida de cómo integre y desarrolle sus luces y sombras.
Tres elemento principales a considerar dentro de una carta astral son el signo solar, la luna y el ascendente.
La luna
La ubicación de la luna nos habla del vínculo más primario que es la relación con la madre. La luna representa nuestras emociones mas básicas y nuestras reacciones, es la identificación , el carácter que se imprime en nuestra personalidad y se asocia a la persona que nos crió. Habla sobre lo que nos da seguridad ,pertenencia, lo que nos alimenta , nuestras necesidades cuando estamos heridos, lo que nos hace sentir contenidos. Es decir que son conductas, patrones, necesidades básicas y forma de sentir que experimentamos en nuestra infancia. Nuestra parte afectiva y nuestros miedos están vinculados también con la luna.
La energía lunar es la que rige nuestros primeros años de vida que más adelanta se focalizará en el signo solar y posteriormente en el ascendente de acuerdo con nuestro nivel de madurez o evolución.
El Sol
El signo solar es la energía con la que en general nos identificamos más fácilmente. Es el ‘Yo” la energía más interna, nuestra conciencia individual, nuestra expresión creativa, la identidad auténtica, nuestro ego, nuestra voluntad de vida y alegría de vivir.
El Sol es la energía propia en contraposición a la Luna que no tiene energía propia. El sol es identidad y la luna identificación.
La energía solar es la vitalidad, nuestros talentos, dónde brillamos.
El ascendente
Es el punto Este por donde sale el Sol el día de nuestro nacimiento.
Es la energía que nos acompaña de forma externa, las circunstancias que atraemos, las personas y los eventos que atraemos.
Nuestro aspecto físico está regido por el ascendente. Nuestra forma de expresarnos al exterior.
La manera en que interactuamos con el mundo exterior, cómo nos proyectamos al mundo. El estilo de vida. Aquello que tenemos que aprender de la experiencia. La lógica del ascendente tiene que ver con experiencias que nos hacen introeyectar esa energía. En principio la energía del ascendente nos suele resultar ajena. Como es una energía que no reconocemos como propia en nuestros primeros años, la vida nos ira trayendo situaciones que nos hará incorporarla hasta sentirla como propia. Hay un proceso o una travesía que recorrer para integrar el ascendente.
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