Las personas que eligen el azul, tienden a apreciar la armonía y el equilibrio por sobre otros valores. En cambio sí ha sido una elección secundaria puede significar dos cosas: o que tienes hoy otra necesidades más importantes o que te apremian más; o que ya has alcanzado esta meta, aunque no totalmente, en un grado que te satisface. Si no lo has elegido puede significar que no te sientes capaz de ello, qué crees que nunca serás alguien equilibrado y por temor al fracaso no persigues este objetivo.