Poder amar de un modo sano, significa que aceptes a quién te acompañe tal cual es. Sin modificar actitudes, sin siquiera intentar cambiar ni plantear cuestionamientos sobre sus defectos. Uno debe comprender que la configuración emocional de un ser viene acompañado de un todo: lo bueno y lo malo.
En muchas oportunidades nos ha pasado que al empezar a salir con una persona, comenzamos a idealizar sobre su forma de ser o la imagen que nos transmite se empieza a reconvertir en nuestras mentes. Mucha veces tendiendo a modificarla a gusto personal y de la forma en que resulte beneficioso para nosotros mismos.
A la larga resultará un trastorno para ambos, ya que nadie es perfecto y se tornará un pantanal mantener e insistir con una idea de “pareja perfecta” que en realidad persiste en nuestra mente y en nuestro deseo.
Abrir el corazón y aceptar tal cual se nos presenta nuestro compañero o compañera nos permitirá aprender sobre el amor como nunca antes. Se gestará un vínculo sano y duradero si mantenemos distante esta necesidad de cambiar a la persona que nos acompaña.
Si el cambio es la variable que se presenta en este momento en su vida, comience por usted. No proyecte dicha sensación de inestabilidad en su pareja. Podemos esperar entonces dar y recibir de un modo equitativo.
Será entonces clave poder reconocer el camino correcto para construir una base sustentable en el tiempo y en la emoción para que ambas personas sientan el verdadero amor.
Será entonces viable el hecho de poder plantear temas o circunstancias que se presenten en la pareja de modo abierto y sincero, siempre y cuando ambas partes se apoyen y se ayuden.
Existirán sacrificios que debamos cumplir en favor de la relación. Compromisos y nuevas responsabilidades se manifiestan a medida que se avanza en el tiempo con la relación. ¿Estaremos presentes de modo incondicional, en épocas de enfermedad o problemas ante nuestra media naranja?
Si reconocemos que las personalidades y los modos que tienen cada persona son únicos y son parte de la esencia individual de los seres, entonces estaremos disponibles y tendremos la capacidad de evolucionar en lo personal y en lo colectivo (pareja).
Empezar a cuidarte y a respetarte a ti primero. Dejar de echar en cara los errores del otro y aferrarse a los conflictos del pasado permitirá mostrar tu verdadera identidad ante tu compañero o compañera.
Nadie considera que sea sencillo encontrar este tipo de relación o amar a alguien de este modo. Pero si tomamos consciencia sobre nuestro accionar o detectamos que en relaciones pasadas repetimos un patrón de comportamiento es momento de convertirse en agentes del cambio y superarnos.
Puedes estar trabajando aspectos de tu personalidad en espacio de terapia. Eso sirve para conocerse y poder determinar los límites que debemos imponernos al momento de querer cambiar a quien decida acompañarnos en el camino del amor.
Amarte a ti mismo es prioritario, reconocer las debilidades y las fortalezas internas para de esta manera poder pulir y trabajar cuestiones personales que no te dejen superarte.
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