Pareciera que al llegar fin de año deberíamos realizar un análisis y balance de nuestras vidas, unirnos con una sonrisa en armoniosos grupos de festejo, comprar muchos regalos, y sobre todo, ser muy felices. Pero a veces ocurre que este plan no funciona, y nos sentimos algo fuera del clima festivo, como mirando desde el costado del camino. Pensemos cómo hacer para que esta época no nos pese.

NUESTRA HISTORIA AFECTIVA

Todos quienes hemos vivido unos años, aunque sean pocos, tenemos recuerdos de seres que ya no están, amores perdidos, familia que ya no está presente, extrañamos algunos vínculos que no tendremos cerca, y desearíamos sentir su abrazo nuevamente. Nos invade una nostalgia suave, y a veces una profunda tristeza.

Hagamos un lugar en nuestro corazón y dediquemos una pausa para pensar en ellos, en nuestras personas amadas, agradecerles haber estado en nuestra vida y enviarles nuestro amor y nuestro recuerdo. Podemos hacer un pequeño ritual privado, como prender una vela, armar un lugar florido, pasear a orillas del agua si podemos, escuchar una música especial. Todo desde el amor y el agradecimiento. Esto calma nuestro corazón.

EL ESTILO DE CELEBRACIÓN

La publicidad y los medios nos indicarán seguramente todos los objetos de adorno que debemos comprar para adecuar nuestra casa, lo que debemos regalar a nuestros seres queridos, el menú que debemos preparar, todo esto si queremos celebrar adecuadamente. Las modas intentan marcar un rumbo. Por eso es tan importante hacer una pausa para pensar y elegir con la mayor libertad posible cual es realmente nuestro estilo para estos días.

Podemos preparar regalos caseros, una tarjeta, un poema, elegidos con amor y originalidad seguramente valdrán mucho para esa persona que amamos. Un menú acorde a nuestros gustos, comida orgánica y sana, evitar el alcohol, y elegir abundancia de frutas y verduras nos harán sentir mucho mejor que preparaciones pesadas, exceso de grasas y sobreabundancia de calorías que lamentaremos luego. No tienes que seguir a todos, ni las indicaciones de la publicidad, elige tu estilo y disfrútalo.

CON QUIEN PASAR LAS FIESTAS

No vamos a extendernos mucho en este punto. Seremos categóricos. Rodéate solo de quienes te hagan feliz, de quienes aprecien tu compañía, y recíprocamente, se sientan muy bien de estar contigo. La regla como ves es muy simple y cumplirla asegura el éxito de la velada.

En este punto no hay términos medios, no hay acuerdos ni negociación posible, si cedes a los compromisos, en el acto sentirás con seguridad que estás resignando tu bienestar emocional. Sin ser brusco, con mensajes claros y sin excusarte, sabrás defender tu bienestar, y el de tus seres queridos. Busca lo simple, expresa tu sentir, no te sientas obligado a hacer lo que no deseas.

EL DÍA SIGUIENTE

Retoma tus actividades normales de inmediato. No deposites demasiada importancia en esta celebraciones, que deben ser más hacia el interior de nuestros corazones, que volcarnos a excesos de trabajo, adornos, regalos y comidas. No cambia nada en realidad, al día siguiente seremos los mismos.

Debes proponerte mantener una rutina sana, de una alimentación correcta y sobria, hacer ejercicio, tener unos minutos dos veces al día en soledad para meditar y conectarte contigo mismo. Muchas personas se sienten fuera de esta compulsión a celebrar, no somos todos iguales, y llevamos historia en el alma. Que pases unas tranquilas, profundas, serenas y felices fiestas.

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