Si te esta pasando algo de esto, o a alguien cercano, pon atención a las señales y busca la forma de realizar una intervención por parte de las personas mas cercanas, para evitar el sufrimiento que con certeza, aparecerá.

1. AISLAMIENTO Y RETRACCIÓN DE LA VIDA SOCIAL

Pocas ganas de salir, frecuentes excusas ante las invitaciones, malestares que sirven de excusa para no recibir gente; todas estas conductas no son adrede pero aparecen y cada vez se hacen más habituales. Cuando antes se disfrutaba de salir con amigos o recibirlos en casa, estas actividades se han ido espaciando cada vez más hasta casi desaparecer.

Antes salían a caminar, de compras, a tomar un café, o se visitaban entre ellos. Ahora esto ha desaparecido casi inadvertidamente. Hasta las charlas telefónicas se han espaciado. Los padres y hermanos se veían en cada ocasión de cumpleaños o aniversarios, pero actualmente es más común que aparezca algún inconveniente laboral, o cansancio, o algún malestar leve que impida la asistencia a las reuniones familiares.

2. ESCENAS DE CELOS POR NIMIEDADES

Ese short que antes le encantaba verte puesto, ahora le parece muy breve. Las visitas a la piscina ya no son cómodas porque le molesta que te vean en bañador. Ir a comprar ropa nueva es un despilfarro. Y si te pones a conversar con el vecino, toleraras su ceño fruncido el resto de la velada.

Aparecen cada tanto explosiones de ira cuando te ve arreglada, y el reproche no tarda en surgir. Te indica a cada momento lo que es correcto, como si fueras una niña, o alguna perturbación te haya hecho olvidar todo. Critica tus gastos en la mayoría de las compras que haces. Y de pronto, casi imperceptiblemente, tu que siempre has sido independiente y capaz, te empiezas a sentir torpe e inepta. Estás en peligro serio, pon atención.

3. PÉRDIDA DE INTERÉS EN EL ARREGLO PERSONAL Y EL DEL HOGAR

Por supuesto que mantienes tu casa muy limpia, pero ya no es una tarea de a dos, como adultos que comparten un hogar. Lo que has ido descuidando es tu arreglo personal. Te vistes siempre con la misma ropa, no te hace ilusión cambiarla ni te fijas ya en si tu imagen te agrada.

No tienes casi conciencia de la imagen que proyectas, ya no la eliges, es la que aparece en medio del descuido por ti misma. Tu casa ya no es tu hogar, no tienes ganas de decorarla, poner algún detalle agradable o que te haga sentir bien. O simplemente que responda a tus intereses. Traer libros, música, arte, ha dejado de interesarte. ¿Te preguntas el porqué de este cambio?

4. DESINTERÉS Y/O ABANDONO DE LA ACTIVIDAD LABORAL

Ese trabajo que realizabas con alegría, ya no te produce ilusión. Te has distanciado de tus compañeros de trabajo y la relación con tu jefe se ha enfriado. Te dicen continuamente que en ese trabajo te explotan y que lo mejor que podría pasarte es que te despidan. Es que si sigues así lo lograrás. Aunque te aseguren que tus ingresos no son necesarios, que pueden mantenerte y que tu aporte a la economía de la pareja es mínimo, recuerda que lo que estás por perder no es solo dinero, sino tu autonomía.

De aquí en más pedirás dinero, y vas a explicar cualquier gasto que desees realizar. Y aunque al principio todo parezca color de rosa, no tardará la relación en seguir este camino de la sumisión y la dependencia. Reacciona a tiempo, hazte las preguntas necesarias, pide opinión a tus seres queridos. Lejos de una persona abusiva, todo puede cambiar para mejor.

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