1. Mirar un serie juntos
Compartir proyectos en común es un punto importante para crecer en pareja. Pero muchas veces emprendemos caminos compartidos con metas difíciles de alcanzar, que nos desgastan y generan roces, más allá de lo hermoso que pueda resultar.
Compartir pequeños espacios de placer puede resultar liberador y acercarte a tu pareja: tendrán un proyecto juntos, un código y una rutina cómplice, con un objetivo fácil de cumplir, sin desgastes y discusiones. Es simple, solo deben elegir qué mirar y organizar un pequeño espacio semanal que esté reservado solo para ustedes. ¡Proponlo y verás!
2. Cena para dos
Renovar las energías de pareja requiere no sólo de momentos compartidos de intimidad, sino también de las ganas de sorprender y agasajar al compañero de nuestra vida. Tomar la dedicación de pensar y preparar una cena para compartir de a dos, nos dispondrá a un estado de disfrute.
Prueba con un plato especial, quizás aquel que compartieron la primera cita, o por qué no, un menú afrodisíaco casero, ¡anímate a jugar! las almendras, las ostras, las frutillas y la miel son algunos de los ingredientes recomendados. Y por supuesto no olvides incluir al encuentro chocolate amargo y vino tinto, ¡tu éxito estará asegurado!
3. Planear una escapada de fin de semana
Cambiar de aire nos ayuda a renovar el oxígeno en nuestro cuerpo y de esta forma, las ideas y energías. Los movimientos, aunque a veces nos cueste generarlos, siempre nos llevan a buen puerto. Anímate a planificar una escapada de fin de semana con aquella personas que compartes tus días.
No hace falta que sea un plan costoso ni extravagante, puedes buscar alguna salida cerca de donde vives, o probar cosas nuevas como el intercambio de casas: quizás tengas un amigo que esté necesitando en mismo aire que tu, y puedan intercambiar sus hogares por un fin de semana. ¡Incluir actividades nuevas e inesperadas a tu vida, aumentará tu curiosidad y abrirá tus sentidos!
4. En lo simple está lo importante
Todos sabemos que el tiempo pude llegar a desgastar nuestra pareja. Nos acostumbramos a la compañía del otro y la naturalizamos, llegando a olvidar lo importante que es en nuestras vidas. Volver a conectar con los rituales más simples y cotidianos puede ayudar a devolvernos la mirada entusiasta.
Prueba con pequeños gestos como prestarle toda tu atención al menos una vez al día, di por favor y gracias cada vez que sea necesario, sorprende a tu pareja con un abrazo apasionado, míralo a los ojos, quédate cinco minutos más en la cama junto a él o ella y trata de poner en el hogar tu energía más alegre. La risa es contagiosa y cura todos los males. A veces un pequeño cambio puede mover el mundo, después de todo, ¡de pequeños buenos momentos está hecha la vida!
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