Es una disciplina basada en sabiduría antigua que propone transformar la realidad a través de la palabra para lograr una vida más plena. Consideran que las palabras usadas correctamente tienen un gran poder no sólo simbólico sino sobre la transformación de la materia y el espíritu.
La Kabbalah no es una religión, no es fé, ni es una doctrina sino una sabiduría espiritual. Propone seguir una serie de reglas espirituales para nuestro crecimiento. Sus enseñanzas se rigen bajo el libro El Zóhar.
Kabbalah significa recibir y es la forma de potenciar la grandeza de cada ser humano. Contiene las claves para abrir los secretos del universo, al igual que las claves de los misterios del alma y el corazón humano. Ayuda a apaciguar el dolor, el sufrimiento y el caos.
Los kabalistas dicen que hay dos tipos de personas: los creadores y los competidores. Los creadores son los que construyen la realidad que quieren y los competidores son los que sienten que viven en un mundo con recursos limitados, donde si esos recursos no los toman ellos se los quita otro. Entonces La Kabalah propone aprender el sistema mediante el cual podemos crear en nuestras vidas la realidad que queremos sin la necesidad de competir con nadie. Ayuda a cambiar como nos vemos a nosotros mismos y como vemos el mundo.
Todo lo que sucede en este mundo, lo que la gente cree que es casual, buena o mala suerte, lo que parece aleatorio, responde a un orden perfecto y divino. Responde a leyes universales que, una vez que las conoces, puedes usarlas a tu favor.
En relación a Dios sostiene que Dios no es alguien a quien le pides que te dé una vida mejor, Dios es la materia prima con la que tú puedes crear una vida mejor. La realidad es una percepción. Cada persona ve una misma situación completamente distinta según su percepción, y para el individuo su percepción es la única realidad que existe. ¿para qué se estudia cábala? Para cambiar la percepción, porque cuando lo haces cambia la realidad.
Nosotros somos la esencia de la realidad. Cada ser humano que llega al planeta tiene la capacidad y el talento para construir de la misma forma que el creador tuvo para crear el universo. Lo único que la persona debe hacer es desear ser creador. Nuestros problemas tienen que ver con la falta de libertad. La falta de libertad mata gradualmente nuestra alma.
Si una persona logra identificar sus sombras, sus lados no positivos, esto implica que ya está en proceso de cura, ya que identificarlos significa el 99 % de la cura. La kabalah se propone una serie de interrogantes alrededor del concepto de libertad. ¿Qué es “ser libre”? ¿Sentimos que otros deciden por nosotros? ¿Hacemos realmente lo que queremos o lo que creemos que tenemos que hacer? ¿Tenemos la libertad de dejar de hacer cosas que nos hacen mal o de empezar a hacer cosas que sabemos que nos van a hacer bien?
Los kabalistas explican que a pesar de ser algo intangible, la libertad es nuestra fuente de vida. De la misma forma que un animal salvaje muere en cautiverio, nuestro espíritu muere si no somos realmente libres.
Deberíamos amar lo que hacemos. “Si no lo amas, no lo hagas “dice la Kabalah. Muchas veces somos esclavos por falta de voluntad para iniciar cambios, emprender proyectos nuevos. Esto depende absolutamente de nosotros. Tenemos el 100% de la responsabilidad de nuestra vida. Esto quiere decir que las posibilidades de cambio son del 100%. Dicen que cuando nos interiorisamos en Kabalah, los conocimientos nos resuenan, no nos son ajenos y que el Kabalah no se estudia sino Kabalah se recuerda. Porque el conocimiento ya está impreso en nuestra alma desde el principio de los tiempos.
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