Si eres de esas personas que han experimentado cambios inexplicables en su estado de ánimo, es posible que estés siendo influenciado por la fase lunar. Descubre en el siguiente artículo los motivos de tu sensibilidad a la energía de la Luna.
Desde hace siglos, se ha creído que la Luna afecta el comportamiento humano y su estado emocional.
Los romanos utilizaban la palabra “lunaticus” para referirse a aquellas personas que sufrían crisis periódicas, lo que se traducía en una especie de locura temporal. Hoy en día, utilizamos el término “estar alunado” para describir ese estado de ánimo en el que nos sentimos diferentes, sin saber exactamente por qué.
La influencia de la Luna en nuestro estado de ánimo es un tema que ha generado controversia, pero la mayoría de las personas que han experimentado esta sensación pueden dar fe de su existencia. Es posible que algunos días te sientas eufórico, lleno de energía y vitalidad, mientras que otros días te sientas apático, desanimado y sin fuerzas.
Energías Influenciadas por las Diferentes Etapas de la Luna
Según los expertos en astrología, la fase lunar en la que naciste puede determinar tu personalidad y tus emociones. Por ejemplo, las personas nacidas en Luna Nueva suelen ser más introspectivas y reservadas, mientras que las nacidas en Luna Llena son más extrovertidas y emotivas.
Las noches sin luna suelen ser las que se detectan mayores situaciones de inestabilidad emocional, lo que se atribuye a la falta de luz y energía que nos brinda la luna. Es por eso que muchas personas pueden experimentar un estado de ánimo depresivo en esas noches. Además, este fenómeno es más común entre mujeres y niños.
La fase de Luna Nueva es ideal para realizar procesos de depuración, desintoxicación y autoanálisis. Durante esta fase, la Luna se encuentra en su punto más oscuro, lo que representa una oportunidad para alejarnos del ruido y la distracción del mundo exterior, y enfocarnos en nuestro mundo interior.
Esta fase lunar es propicia para realizar meditaciones, retiros espirituales y todo tipo de prácticas que nos permitan reconectar con nuestro ser interior y revisar nuestro rumbo. Es un momento para renovar nuestras fuerzas, instalar nuestro espíritu en la serenidad y la calma, y prepararnos para recibir la nueva luz que traerá la siguiente fase lunar.
Aunque aún hay quien cuestiona la influencia de la Luna en nuestro estado de ánimo, muchas personas pueden dar fe de que es un fenómeno real y que merece nuestra atención.
Observar nuestras emociones y estar atentos a las fases lunares puede ayudarnos a comprender mejor nuestro comportamiento y a encontrar la armonía y el equilibrio emocional que todos buscamos.
Consejos y sugerencias para estar más armoniosa y equilibrada en cada una de estas fases:
Luna Nueva
Durante esta fase, es recomendable tomarse un tiempo para reflexionar y revisar nuestro rumbo. Podemos aprovechar esta energía para realizar procesos de depuración y desintoxicación, tanto a nivel físico como emocional. También es un buen momento para planificar objetivos a corto plazo y establecer nuevas intenciones.
Cuarto Creciente
Durante esta fase, podemos sentirnos más enérgicos y motivados. Es un buen momento para llevar a cabo actividades que requieran esfuerzo y acción, como iniciar un proyecto, tomar decisiones importantes o hacer deporte. También es importante mantener la calma y evitar caer en la impulsividad o el exceso de confianza.
Luna Llena
Durante esta fase, es común experimentar una mayor intensidad emocional. Es importante mantener el equilibrio y la calma, evitando tomar decisiones importantes o confrontar a otras personas durante este periodo. Podemos aprovechar esta energía para trabajar en nuestra creatividad y expresión artística, así como para meditar y conectarnos con nuestra espiritualidad.
Cuarto Menguante
Durante esta fase, es un buen momento para reflexionar y evaluar nuestros avances y logros. También podemos aprovechar esta energía para liberarnos de aquello que ya no nos sirve o nos limita, tanto a nivel físico como emocional. Es importante ser cuidadosos con nuestras palabras y acciones durante este periodo, ya que podemos herir a otros sin querer.
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