Estaba escrito en las estrellas: su herida marcaría su destino, pero también la convertiría en una artista. En la fecha de su cumpleaños, analizamos la carta astral de Frida Kahlo.

Frida Kahlo nació en Coyoacán, Ciudad de México, el 6 de julio de 1907 a las 8:30 de la mañana. Su carta astral, con la mayoría de los planetas posicionados en el último cuadrante –conformado por las casas 10, 11 y 12– devela la esencia de un alma ascendida, tal vez transitando su última vida. ‘Espero alegre la salida y espero no volver jamás’, pronunció alguna vez la artista, que tenía una predominancia de energía terrenal en su mapa natal. Tal vez por eso, hacia el final de sus días, vividos intensamente, a veces con una sensación de encierro en su propio cuerpo físico, no quiso saber nada más de la Tierra.

El sol de la artista surrealista brillaba en el signo de Cáncer, su luna en Tauro justo sobre el Medio Cielo y su ascendente en Leo, al igual que tantos otros artistas en la historia.

Frida nació y varias veces en su vida regresó a su hogar: la residencia de su familia en Coyoacán bautizada La Casa Azul, que con el tiempo devino su casa junto a Diego Rivera. Esta es una obra del reconocido arquitecto Juan O’ Gorman, transformada en El Museo Frida Kahlo por Rivera, tras la partida de su amada.

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Casualmente, la casa astrológica protagonista en la carta astral de la artista –la casa 11– también estaba teñida de azul por el agua del signo de Cáncer. Además del sol, Frida tenía un stellium en este signo, es decir, una agrupación de tres planetas o más. Junto al astro rey, Júpiter, Neptuno, el Nodo Norte y Lilith develan el aroma de una mujer sensible e intuitiva, allegada a su familia y a sus ancestros, y sus obras lo comprueban.

Su stellium en Cáncer expone la maternidad como una temática protagonista en su vida. Y así fue, aunque no una muy afortunada. La artista perdió tres embarazos y en su obra Henry Ford Hospital (1932) podemos ver ilustrado el dolor que estos abortos le ocasionaron.

La casa 11 representa la sociedad. El sol sobre esta casa hace a las personas identificarse en grupo o en sociedad para luego poder destacarse y brillar. Este fue el caso de Kahlo. A través de sus obras, la mexicana demuestra un sentido de pertenencia a la escena del arte nacional, que se visualiza en los elementos precolombinos y coloniales. Sin embargo, también logra diferenciarse de la misma, optando por el lienzo como soporte en el período de los grandes muralistas y desarrollando un estilo surrealista distinguido, que fue reconocido por el mismísimo André Breton, exponente de este movimiento artístico.

Usualmente, en una lectura de carta astral, luego de analizar el sol, se presentan la luna y el ascendente. Pero ‘usual’ no es la palabra que define a Kahlo ni tampoco a su mapa natal. Desde la astrología, podríamos decir que Frida fue una mujer quironiana. Su accidente marcó su vida entera y, en su carta astral, Quirón –o la herida que no sana– nos cuenta todos los aspectos de este trauma.

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El 17 de septiembre de 1925, Frida, con 18 años, sufrió un grave accidente en un autobús de madera que chocó contra un tranvía, viajando de regreso a su casa. Una barandilla de hierro atravesó su pelvis y pocos huesos de su cuerpo quedaron exentos de fracturas. Pasó un mes en el hospital y ocho inmovilizada en la cama de su casa. Sobrevivir fue un verdadero milagro.

En toda carta astral, Quirón simboliza una herida que nunca termina de sanar y, en el caso de Frida, fue literal, dado que tras su accidente, sufrió de dolores crónicos y complicaciones de salud hasta su último día de vida. En el mapa natal de la artista, Quirón se posicionaba en el signo de Acuario sobre la sexta casa. Mientras Acuario se asocia a lo repentino, como fue el accidente de Kahlo, la casa seis se relaciona al cuerpo y a la salud, lo que marcó el carácter físico de su herida quironiana.

Frida Kahlo tenía el ascendente en Leo. Este es el ascendente del artista por destino, de personas que vienen al mundo a brillar a través de sus talentos creativos. Los rasgos faciales de las personas con este ascendente suelen ser prominentes y los de Kahlo devinieron icónicos.

A su vez, su personalidad tiende a adoptar cierta cuota de teatralidad y no es casual que la pintora soliera autorretratarse con diversos atuendos, desde trajes masculinos hasta vestidos europeos y trajes típicos mexicanos, para cuestionar roles sociales a través de sus pinturas.

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Frida no es solo recordada por su virtuosidad en el arte, sino también por su belleza inusual. Desde la astrología, podemos decir que esto se debió a su luna taurina. La luna simboliza nuestro refugio emocional. En Tauro, un signo de tierra regido por Venus, nos habla de un refugio en lo bello, de múltiples dones artísticos y de una conexión con la materia a través de las manos.

En la carta astral de Kahlo vemos una gran oposición, es decir, múltiples líneas rojas que atraviesan su mapa natal y trazan un recorrido entre la casa 5 y la 11. Esta oposición representa una dualidad entre lo céntrico y lo excéntrico; entre querer pertenecer y a la vez ser diferente. Esta polaridad se puede visualizar tanto en la vida como en la obra de Frida.

Frida Kahlo y Diego Rivera, un eterno romance. Marte y Urano, de la mano como la obra, Las dos Fridas, protagonizaban la casa cinco en la carta astral de la artista, ambientada con energía sagitariana y capricorniana. Usualmente, cuando a una mujer le gustan los hombres, el tipo que le atraen lo podemos visualizar en el posicionamiento de Marte en su carta astral.

La casa 5 representa los romances, y el amor de Frida y Diego, fue como uno eterno. Se casaron dos veces, con un divorcio en el medio. Su amor fue libre y pasional. También de larga duración, algo típico ante la presencia de Capricornio. Ambos tuvieron sus amantes, incluso Diego la traicionó con su propia hermana Cristina, lo cual fue difícil para Frida de perdonar.

Sin embargo, lo que se mantuvo vivo en esta pareja fue el fuego –característico de la quinta casa– y la pasión que compartían por el arte y sus filosofías, asociadas al signo de Sagitario.

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En la carta astral de Frida vemos a Mercurio en Leo en la casa doce, lo que devela la esencia de una persona que se comunicaba a través del arte en períodos de aislamiento, con un don inigualable para expresar lo que su mente subconsciente tenía para decir. Las obras de Kahlo nos recuerdan a los sueños. La comunicación fluida entre su subconsciente y su pincel hicieron que fuese considerada una surrealista.

Si bien cumplía con todas las características para serlo, a ella los surrealistas le resultaban soberbios y negaba formar parte de esta corriente, asegurando que ella no pintaba sus sueños, sino su realidad.

Frida Kahlo murió el 13 de julio de 1954. En sus últimos años de vida, pasó gran parte de su tiempo en un hospital debido a sus complicaciones de columna. En 1954 le amputaron la pierna derecha, lo que le ocasionó una severa depresión junto a las infidelidades constantes de Diego Rivera, lo que la llevó a intentar cometer suicidio varias veces. La causa oficial de su muerte figura como una embolia pulmonar, si bien muchos sospechan que fue un suicidio.

Mientras el ascendente en una carta astral devela de qué manera llegamos al mundo, el descendente –punto opuesto– habla de cómo nos retiramos. Frida tenía el descendente en Acuario, lo que indica el despertar de sospechas y teorías conspirativas con respecto a su causa de muerte. Hoy las cenizas de Kahlo se encuentran en una urna en su amada Casa Azul.