Cuando estamos con melancolía lo transitamos de maneras diferentes. Descubre cómo transita estos momentos según tu signo.


Un alma triste no siempre tiene lágrimas corriendo en su rostro. Hay momentos en los que disfrazamos todo ese dolor.

Nos volvemos unos expertos maquillando emociones, haciendo como que no pasa nada y por dentro nuestras grietas nos están cortando la respiración. Cuando los signos están melancólicos, la mayoría no se entera, porque es su parte resiliente la que sale a dar la cara, aunque por dentro sólo necesiten un abrazo.

Explora signo por signo el modo de sumergirte en la tristeza y la melancolía tan necesarios para hacer duelos y superar adversidades.


Signos y Melancolía


Aries:

Lo que más detesta Aries es convertirse en la víctima del cuento. Está acostumbrado a llevar la bandera de la victoria y cuando las cosas no salen como las planeó se hace amigo del estrés. Puede que haga como que no pasa nada, pero está desesperado, quiere una señal, que alguien le diga que todo va a estar bien. Tal vez no lo veas hecho pedazos, pero se refugia en los cambios bruscos.

Es muy probable que termine recurriendo a un nuevo cambio de look, cambiar el color de su cabello, hacerse un tatuaje o hasta perforarse. Aries no quiere amargarse, sólo necesita una válvula de escape para seguir avanzando.

Tauro:

El signo que tiene que respirar profundo para seguir, es el que busca una pausa, porque está cansado de asumir un montón de responsabilidades que no le corresponden. Llega un punto en el que se la pasa dando y dando, sin recibir nada a cambio y ahí es cuando empieza a romperse. Tauro es muy valiente, por eso sigue sonriendo y aunque aún te ayude, en el fondo ha descubierto que está solo, que son contadas las personas que realmente lo valoran.

En esos momentos es cuando lo único que busca es transparencia, quiere pasar más tiempo con sus amigos. Tal vez sea él quien proponga que salgan a algún viaje para romper con la rutina, pero detrás de ese ánimo se esconde una tristeza profunda.

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Géminis:

Sí, es claro que Géminis también pierde la esperanza, no siempre le ve el lado bueno a las cosas y hay veces en las que sólo quiere estar consigo mismo, desaparecer por un tiempo. Los cambios lo abruman, le hacen creer que no lo va a lograr, pero Géminis no lo dice. O quizás sí lo dice, pero nadie ha intentado escucharlo. Y es que lo deja más que claro cuando de la nada su ausencia lo describe.

En el momento en el que deja de responder mensajes, no sigue la plática, duerme demasiado y se ha vuelto una costumbre el hecho de que cancele planes. No es él, es su ansiedad y tristeza, ambas le están cortando su energía y lo único que necesita es comprensión, alguien que sea capaz de ponerse en su lugar.


Cáncer:

Nadie le gana a Cáncer cuando se trata de evadir sus propias emociones. Puede que sienta que el respirar no es suficiente, que por más que intenta dar lo mejor de sí, siempre hay algo que le falta. Sus emociones son un sube y baja constante, quisieran no ser así, pero no pueden. Es la energía de la Luna quien gobierna su manera de ver la vida.

Sin embargo, cuando está melancólico no lo dice, al contrario, se enfoca en los problemas del resto para no asumir lo que está experimentando. De pronto se vuelve más protector, más atento, en su mente cree que si las personas que quiere están bien, él estará bien. Sin embargo, no es así, es peor, porque está roto intentando curar a otros y eso lo está rompiendo más.


Leo:

¿Cuántas veces en la vida has visto a un Leo hecho pedazos? Tienen el cinismo de nadar entre sus lágrimas y seguir sonriendo. Están hechos a la antigua, esas almas que por más golpes que les da la vida siguen avanzando. Y es que tienen un peso en los hombros muy grande, el líder de la manada. Leo es el que cuida, el que abraza, el que se compadece, pero todos se olvidan que detrás de esa fiera también hay un dulce gatito deseoso por ser mimado.

No es tan fuerte como parece, pero es un maestro fingiendo que todo está bien y justo lo evade en las compras. Sí, Leo busca un consuelo en lo material, en esos caprichos que hace que se distraiga un poco, aunque luego vuelva la melancolía.

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Virgo:

Virgo se sumerge en su propio mundo. Cuando trae penas en el corazón lo único que hace es analizar la situación una y otra vez, aunque eso sea sinónimo de dolor. Es quien no está en paz con esa sensación extraña en la que se pierde, su cuerpo está aquí, pero su mente hace mucho que anda divagando.

Tal vez no sea de los más expresivos y no notes cuando las lágrimas brotan de su mirada, pero por dentro siente que se ahoga. Así que usa una de las barreras más antiguas, de esas en las que es mejor desaparecer del mapa. Se va un tiempo de redes sociales, de reuniones con amigos, simplemente ya no tiene intención de impresionar a nadie.


Libra:

La balanza, quien debería tener todo bajo control. Vaya tontería de la que muchos se han creído, Libra tiene todo menos el control. Hay momentos en los que ni siquiera sabe en dónde está parado y está bien. Momentos en los que se siente triste, enojado, desesperado y con una rabia que parece quemarle el pecho y quisiera arrancarla de su corazón para siempre.

Sin embargo, lo disimula a la perfección, se ha vuelto un experto dando consejos a los demás, pero se olvida de sí mismo. Así que cuando alguien está a punto de descubrirlo, se ocupa. Es decir, se pierde en su trabajo, quiere hacer una actividad tras otra, para no tener tiempo de pensar y enfrentar eso que no lo deja avanzar. Pocos se dan cuenta.


Escorpio:

Sí, también las almas rebeldes pierden el rumbo. Hay gente que se atreve a minimizar el sentir de un Escorpio, porque parece que no tiene derecho a romper en llanto en el momento menos pensado. Es un signo que explota por dentro, se destruye tanto que cuando su melancolía sale a luz es porque ya lleva mucho tiempo así. El problema es que busca un estímulo tras otro, situaciones complicadas que lo mantienen entretenido y hacen que olvide su tristeza por un momento.

Si Escorpio empieza a salir de la nada con gente nueva, si va saltando de cama en cama o tiene ciertas actitudes drásticas y repentinas, es porque algo anda muy mal.

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Sagitario:

Existen escasos signos astrológicos con la habilidad de abrazar su melancolía y permitirse experimentar cada sensación sin quedarse con deseos insatisfechos. Sagitario destaca entre ellos, pues logra canalizar su energía de manera hermosa, lo que dificulta que los demás perciban que atraviesa una mala racha. Ni de lejos admitirá que ya no puede más, prefiriendo aferrarse a los aspectos bonitos de la vida, aunque eso implique dolor. Es probable que busque aislarse, anhelando estar solo y sumergirse en su creatividad.

Sagitario encuentra en la pintura, el canto, la danza, la música y cualquier otra forma de arte una manera sanadora de vivir su duelo y recordarse que después de los días grises, todo estará bien.



Capricornio:

Los Capri son un referente en todos los aspectos, lo cual hace que les resulte particularmente arduo asimilar la melancolía cuando la acompaña. Existe una parte de su ser que se niega a aceptar la derrota y cuestiona incansablemente los motivos. No obstante, no se detienen en su avance. Un indicio claro de que ya no pueden más se manifiesta cuando su día a día se ve envuelto en excesos. De repente, el consumo excesivo de tabaco, alcohol, comida o ejercicio alcanza niveles descontrolados.

Lo que anhelan es continuar sin cesar, pues sienten que sería una pérdida quedarse sin hacer nada por un instante. Capricornio no está acostumbrado a bajar la guardia de esa manera. Quizás, lo único que necesitan es alguien que les tome de la mano y les recuerde que no están solos.


Acuario:

Determinar cuándo Acuario ha llegado a su límite no es una tarea sencilla. Este signo se ha acostumbrado a erigir barreras una tras otra, ya que eso le brinda una sensación de seguridad en un mundo lleno de emociones intensas. Sin embargo, se extravían en su soledad y son pocos los que pueden brindarles ayuda en esos momentos.

Cuando Acuario experimenta melancolía, muestra fortaleza y se proclama experto en afirmar que no necesita a los demás, que es preferible estar solo que mal acompañado.

Su faceta resentida toma el control y clama desesperadamente por comprensión. En efecto, Acuario necesita un poco de empatía y menos prejuicios, ya que son escasos los que conocen las batallas que aún libra.


Piscis:

La melancolía para Piscis puede asemejarse a un vendaval implacable, que sorprende justo cuando todo parece ir bien. Lo más desalentador es que no llega sola, sino que viene acompañada de la ansiedad, momento en el cual Piscis experimenta una pérdida de control.

Súbitamente, siente que no hay vías de escape y relega sus sueños, sumergiéndose en la soledad y forzando una sonrisa para engañarse a sí mismo. No sabe cómo ni desea solicitar ayuda, optando por hundirse aún más en su dolor y, ocasionalmente, buscar evasión. Halla refugio en la música, la escritura y la creación, pues constituyen la única manera de liberar esa energía que lo consume.

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