¿Te has sentido sensible sin razón alguna, para luego darte cuenta que la Luna Llena brilla sobre el cielo? Si te ha pasado alguna vez, ¡esta nota te dará las respuestas que buscas!
Para para muchos científicos, las cuatro fases de la luna (su crecimiento o disminución de su superficie visible y la luz que refleja) afectan el comportamiento de los seres vivos y por ende, ¡nuestras emociones! Está probado, y nadie se animaría a decir lo contrario, que la luna regula y modifica las mareas e incide en las cosechas, pero también, hay quienes afirman en artículos científicos que las cuatro fases lunares (Creciente, Llena, Menguante y Nueva) tendrían directa relación con la mayor presencia de neurotransmisores de uno u otro tipo en nuestro organismo: serotonina, dopamina, norepinefrina y acetilcolina. Estas podrían ser más o menos preponderantes según las fases lunares.
Se sospecha que la influencia lunar tiene que ver con la gran presencia de agua en nuestro cuerpo, así como influye en el crecimiento de las aguas del mar, influye sobre nuestro torrente sanguíneo determinando cambios imperceptibles pero reales. ¡Veamos que sucede en cada fase lunar!
¿Qué sucede de Luna Nueva a Cuarto Creciente?
Se produce cuando el Sol y la Luna se encuentran en el cielo. Este encuentro es prolífico, engendra procesos, representa la fusión y el origen de los fenómenos. Es buen momento para la siembra, para aportar energía a las relaciones amorosas y renovarlas. Tiempo de expansión y crecimiento. Debemos estar atentos los sueños y todo aquello que surge en este período.
Nos ponemos sensibles y receptivos, y se cree q es por acción de la acetilcolina que nos vuelve más sensibles, hay mucha energía pero poca capacidad de focalizar: es energía volátil. La acetilcolina se relaciona con los procesos de la memoria y el aprendizaje.
¿Qué sucede de Cuarto Creciente a Luna Llena?
En ésta fase las emociones se vuelven mucho más intensas y a veces hasta difíciles de manejar. Es un momento ideal para liberarse de lastres que llevamos hace tiempo y detienen nuestro desarrollo.
Hay mucha energía y aumenta gradualmente la concentración mental, la imaginación y creatividad. En esta etapa predominaría la serotonina, llamada el químico feliz, que es un neurotransmisor que equilibra el estado de ánimo. Tanta energía debe contenerse y derivar a funciones precisas y efectivas. No apresurarse y actuar regulando este posible exceso energético. A veces es momento para enfrentar temores o situaciones que venimos ignorando, pero debe ser con cautela e inteligencia. También en esta etapa de luna llena aumenta la libido y la sensualidad florece.
¿Qué sucede de Luna Llena a Cuarto Menguante?
La Luna se va atenuando, disminuye su luz y su reflejo es menor, su superficie se oculta. En Luna Nueva aprendiste, en Luna Llena se pone en práctica lo aprendido y se vivió la culminación comenzando a menguar. Se inicia un camino más pacífico, la energía cambia de dirección, aumentan los sentimientos placenteros, se incrementaría la dopamina, que es el neurotransmisor que se relaciona con el bienestar y el placer. Está estudiado que los sentimientos amorosos liberan dopamina, serotonina y oxitocina. Es momento de aceptación, perdón y olvidar los rencores. Aumenta la empatía por presencia de la dopamina y podemos disfrutar los logros.
¿Qué sucede de Cuarto Menguante a Luna Nueva?
Este último cuarto que debe recorrerse es tiempo para el descanso, reponer energías y aceptar lo vivido. Es momento de hacer las paces en primer lugar con uno mismo y luego con el Universo. Abandonar las luchas estériles, elegir las batallas y dejar ir las que no merecen la pena. Despojarse de todo lo que ya no es útil. La noradrenalina que predominaría en esta etapa es una hormona y neurotransmisor simultáneamente. Mantiene nuestra atención focalizada, nos ayuda a luchar pero también a retirarnos, nos brinda motivación y se relaciona con el estrés y la impulsividad. Nos ayuda a reiniciar el ciclo nuevamente.
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