Es una disciplina ancestral proveniente del budismo basada en el vivir en el aquí y el ahora. Es un estado de conciencia.El tema es que la conciencia es un estado que a veces nos resulta ajeno. Por eso la idea es ejercitar una facultad que ya tenemos. La mirada que propone mindfulness es un apreciar las circunstancias externas que a veces son complejas, como por ejemplo las pérdidas y también las experiencias internas, mi propia actividad o rumiar mental. La propuesta tiene que ver con un cambio sobre la forma de relacionarme con estas circunstancias.

Muchas veces agregamos conflicto mental a las circunstancias o no las aceptamos, se da una especulación mental que nos lleva a incrementar el sufrimiento. El verdadero desafío consiste en aprender a relacionarnos con lo que ocurre. Y es que a pesar de que algunas personas entienden la atención simplemente como algo que deja fuera información sobre lo que ocurre en el presente, desde la filosofía del Mindfulness se ve el foco atencional como algo cuya gestión permite liberarnos de situaciones que nos bloquean y nos hacen perder el control. Concentrarse en el presente sin juzgar. Observar nuestra respiración, nuestra mente y nuestras emociones.


Te proponemos la siguiente práctica: Ponerse en una posición cómoda, con la columna derecha, los ojos abiertos y el cuerpo relajado. Permite que la mente descanse por unos 5 minutos. Observa lo que ocurre sin intervenir. Vendrán emociones ,pensamientos, alguna incomodidad del cuerpo. Después simplemente descansa de todo lo que esta pasando por tu mente. Unas vez que pasan 5 minutos pregúntate como te sentiste y qué pasó.

Concentrarte en el presente sin juzgar. Es probable que hayas experimentado algo de paz y de apertura o puede que hayas percibido sensaciones de ansiedad y diversos sentimientos. Respira conscientemente. Observa si hay alguna tensión, cómo se siente tu piel en este instante. Observa si la respiración se agita o se ralentiza. Observa si el aire llega al pecho o al diafragma. Si tu conciencia se va a otro lado vuelve a tu respiración, al presente. Vuelve a estar presente en tu cuerpo y en tu respiración. Estos 10 minutos de conciencia simplemente te ayudarán a sentirte mas relajado y a bajar la ansiedad.

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El entrenamiento en Mindfulness ha demostrado ser muy eficaz en la reducción del estrés y los problemas médicos asociados a este, como la ansiedad, el pánico y la depresión.

Citando a Michel Eyquem de Montaigne, un filósofo, escritor, humanista y moralista francés del Renacimiento: Yo no me encuentro a mí mismo cuando más me busco. Me encuentro por sorpresa cuando menos lo espero. Y la sita al momento presente: “Cuando bailo, bailo. Cuando duermo, duermo. Y cuando camino por un bosque, si mi pensamiento se distrae hacia asuntos distantes, lo conduzco de nuevo al camino, a la belleza de mi soledad."

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El mindfulness es una forma de ser que requiere de un cultivo continuo. Cuando se despliega, se expande de manera natural hasta cubrir todos los aspectos de nuestra vida. Pero aunque es sencillo, el mindfulness no es fácil. No es fácil permanecer atento, ni siquiera durante un breve periodo de tiempo. Pero, mientras no lo ejercites a través de la práctica regular y continua y lo potencies con la adecuada amabilidad y bondad hacia ti mismo, el mindfulness puede limitarse a ser un pensamiento que llene tu cabeza y te haga sentir inadecuado, un concepto más, una actividad más que incluir en tu ajetreada vida cotidiana.

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